MITOS DE LAS DIETAS MILAGRO Y ALIMENTACIÓN EN LA ESPONDILOARTRITIS

LA DIETA en ningún caso debe sustituir al tratamiento indicado por el especialista para el control de la enfermedad. Pero se plantea cuál puede ser su papel como terapia complementaria en las artritis crónicas inflamatorias.

Hay dos aspectos importantes en los que un paciente que padezca espondiloartritis axial o artritis psoriásica, pueda tener dudas sobre el efecto de la dieta sobre la enfermedad. Para ello en este capítulo intentaremos dar respuesta a todas esas inquietudes, basándonos en la evidencia científica actual.

A continuación, responderemos a 2 preguntas de suma importancia

1. ¿CÓMO PUEDE INFLUIR LA DIETA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD?


Las dietas hipocalóricas (con limitación de calorías para adelgazar) están indicadas para pacientes con obesidad o sobrepeso, ya que hay evidencia científica sólida de la asociación de la obesidad con el desarrollo de la enfermedad psoriásica; así como más inflamación de las articulaciones, mayor gravedad de la psoriasis cutánea y una peor respuesta a los tratamientos tanto en artritis psoriásica como espondilitis anquilosante. Recientes estudios reflejan el efecto positivo de la pérdida de peso en la inflamación, en la extensión de la psoriásica. Y además no debemos olvidar los beneficios de bajar peso en la reducción del riesgo de las enfermedades cardiovasculares (infarto, angina de pecho e ictus) que se asocian en estos pacientes.

La dieta sin gluten está recomendada únicamente en pacientes en los que se haya confirmado una enfermedad celiaca (enfermedad digestiva producida por intolerancia a la proteína del gluten) ya que no ha demostrado mejorar la enfermedad en el resto de pacientes. Sólo en aquellos con psoriasis cutánea y marcadores positivos de enfermedad celiaca en las pruebas sanguíneas, pero con biopsia intestinal sin alteraciones, se podría recomendar probar dieta sin gluten durante tres meses y comprobar de manera objetiva si hay mejoría de las lesiones de la piel.

No está recomendado hacer test en sangre de enfermedad celiaca a todos los pacientes a no ser que tengan síntomas abdominales o un familiar de primer grado (padres o hijos) con enfermedad celiaca.

Las dietas bajas en almidón tuvieron gran difusión a finales del siglo XX por un pequeño estudio que sugería algún efecto positivo sobre la enfermedad, pero actualmente no está recomendado su uso, ya que después de varias décadas no hay evidencia científica de que estas restricciones en la dieta tengan beneficio sobre la actividad y evolución de la enferemedad.

Respecto al uso de prebióticos y probiótiocos (ingredientes de la dieta que estimulan el crecimiento de algunas bacterias que están en nuestro colon), sabemos que los pacientes ocn espondiloartritis en general tienen una microbiota (microorganismos intestinales) que presenta diferencias respecto a la de población general. Además, se conoce el papel de algunos microorganismos en el desarrollo de la enfermedad. Por estas razones hay muchas expectativas sobre los posibles beneficios de modificar la microbiota intestinal de pacientes con estas enfermedades. Pero, la realidad es que todavía no existe evidencia de que el uso de probióticos y prebióticos mejoren la evolución de la enfermedad. Se necesita más investigación para aclarar este tema, que seguro que tendremos en próximos años.

No se recomiendan suplementos de selenio, aceites de pescado (omega 3, …), suplementos multivitamínicos y micronutrientes ya que no hay evidencia científica sólida actualmente de su beneficio en la actividad de la enfermedad.

Se recomienda suplementación adecuada de vitamina D oral tanto en pacientes con artritis psoriásica como con espondiloartritis axial si los niveles están bajos en los análisis.

2. ¿QUÉ BENEFICIO APORTA LA DIETA SOBRE OTRAS ENFERMEDADES ASOCIADAS (LLAMADAS COMORBILIDADES) A LA ESPONDILOARTRITIS?


Como ya se ha comentado en el capítulo de comorbilidades, tanto la espondiloartritis axial como la artritis psoriásica se asocian a una mayor frecuencia de arterioesclerosis (depósitos de grasa en las arterias) y, en consecuencia, enfermedades cardiovasculares (angina de pecho, infarto de corazón o infarto cerebral). Además, sabemos que estas patologías son la causa más frecuente de muerte, por esta razón es muy imporatne controlar los factores (enemigos del corazón) que aumentan este riesgo. Muchos de ellos como la obesidad, la hipertensión, la diabetes o el aumento del colesterol los podemos modificar con la dieta.

En general, se debe reducir el consumo de sal en los pacientes hipertensos, controlar el consumo de hidratos de carbono (azúcares, pasta, cereales, …) en pacientes con diabetes y en general reducir el consumo de grasas y carne roja o procesada.

No todas las dietas han demostrado que pueden prevenir las enfermedades cardiovasculares. La tradicional dieta mediterránea es la más exitosa, especialmente en los accidentes cerebrovasculares. Se basa en utilización de aceite de oliva, gran contenido en frutas, verduras, cereales, legumbres y frutos secos. Consumo moderado de pescados, mariscos, lácteos bajos en contenido graso, huevos y aves. Bajo consumo dulces, carnes rojas y procesadas y uso discreto de vino tinto en las comidas (un vaso para las mujeres y mayores de 65 y dos vasos para los hombres al día). Recientemente se ha demostrado gracias a un estudio español (PREDIMED) que los beneficios de la DIETA MEDITERRÁNEA con suplementso, o bien de cantidades extra de aceite de oliva (4 cucharadas al día) o bien de frutos secos (15 gramos de nueces, 7,5 gramos de avellanas y 7,5 gramos de almendras) ofrecen mayores beneficios en la prevención de enfermedades cardiovasculares que una dieta solo baja en grasas. Esta dieta en pacientes con alto riesgo que todavía no han presentado enfermedad cardiovascular redujo la aparición de complicaciones graves en un 30%, que son cifras que sólo han conseguido algunos fármacos. Por tanto, la demostración que la dieta mediterránea previene infartos de miocardio, ictus y muertes por problemas cardiovasculares es un dato muy poderoso para recomendar a la población general y especialmente a los pacientes con artritis psoriásica o espondiloartritis axial que cambien sus costumres dietéticas a una dieta mediterránea con suplementos de aceite de oliva o frutos secos.

Cuide su dieta y mejore su espondilioartritis y artritis psoriásica porque su piel, sus articulaciones, su mente y especialmente su corazón se lo agradecerán.

PIRÁMIDE DE LA DIETA MEDITERRÁNEA: UN ESTILO DE VIDA ACTUAL

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